En Cuba, un niño regresa de la escuela a su casa, cansado y hambriento y le pregunta a su mamá:
- Mamá, que hay de comer?
- Nada, mi hijo.
El niño mira hacia el papagayo que tienen y pregunta:
- Mamá, por qué no papagayo con arroz?
- No hay arroz.
- ¿Y papagayo al horno?
- No hay gas.
- ¿Y papagayo en la parrilla eléctrica?
- No hay electricidad.
- ¿Y papagayo frito?
- No hay aceite.
El papagayo contentísimo gritó:
- ¡¡¡VIVA FIDEL!!! ¡¡¡VIVA LA REVOLUCIÓN!!!
22 de abril de 2014
in Ricardo Froes
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